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juan CalvinoJUAN CALVINO
1509-1564

“Donde sea que encontremos la Palabra de Dios seguramente predicada y escuchada, y los sacramentos administrados de acuerdo a como los instituyó Jesucristo, allí hay, y esto no hay que dudarlo, una iglesia de Dios.”

Juan Calvino: Las Instituciones

 

Juan Calvino, el ginebrino reformador protestante, creó y sistematizó la tradición protestante. Francés, nacido en Noyon (Picardee), a diferencia de Lutero era un hombre tranquilo y sensible, habló poco de su vida interior y estaba feliz que la “la Mano de Dios” dibujara su vida.

Heredó de su padre una voluntad inquebrantable que lo mantuvo firme en la turbulenta Ginebra y siempre fue un excelente y concienzudo estudiante tanto en Orleáns – donde se doctoró en Derecho –  como Bourges y en la Universidad de París.

Calvin's Chapel, Ginebra, Suiza

Calvin’s Chapel, Ginebra, Suiza

Pronto adoptó los métodos del humanismo para luego “combatir el humanismo”. En París, el joven Calvino conoció las enseñanzas de Lutero y en 1553 experimentó una repentina conversión. Así compartió “Dios sometió y llevó mi corazón a la docilidad, estaba más endurecido contra tales asuntos de lo que se puede esperar de un hombre joven”, expresó.

Rompió con el catolicismo romano, dejó Francia y vivió como exiliado en Basilea (Suiza), comenzó a formular su teología y en 1536 publicó la primera edición de Las Instituciones De La Religión Cristiana, mejor conocida como Las Instituciones. Esta obra fue una breve y clara defensa de las creencias de la Reforma.

Guillaume Farel (1489-1565) Reformador de Ginebra, persuadió a Calvino para que le ayudase a consolidar la Reforma allí, en Suiza. En 1537 todos los habitantes de la ciudad fueron convocados a jurar lealtad a una declaración de creencias protestantes, pero los ginebrinos se opusieron fuertemente a Calvino y disputaron en la ciudad junto a la ciudad de Berna, resultando en la expulsión de ambos reformadores. Calvino fue a Estrasburgo y allí contactó con Martin Bucer quien lo animó e influenció enormemente; en 1539 publicó sus comentarios sobre el libro de Romanos, al que le siguieron muchos otros comentarios.

Iglesia de San Nicolás, Estrasburgo: Es una pequeña iglesia gótica, construida entre 1387 y 1454 donde Juan Calvino dirigió los servicios y predicó en 1538. Foto: Ana Calvo

El reformador francés fue llevado a la congregación de los refugiados franceses en Estrasburgo, una experiencia que maduró por su tarea al regresar a Ginebra.

Precisamente, fue invitado a retornar a Ginebra en septiembre de 1541, el Ayuntamiento de la ciudad aceptó su revisión de leyes ciudadanas, pero le siguieron algunas amargas disputas. Calvino intentó llevar a todos los ciudadanos a la disciplina moral de la iglesia, pero algunos, naturalmente, se opusieron a estas restricciones especialmente por ser impuestas por un foráneo. Él se proponía alcanzar su objetivo de una iglesia madura           por la predicación diaria de la Palabra de Dios a la comunidad y dedicó    mucha energía a establecer las diferencias dentro del protestantismo.

El Consensus Tigurinus o Consenso de Zúrich en 1549 sobre la Cena del Señor, dio lugar a que se acercaran las iglesias alemanas y francesas de habla suiza.

Calvino, en cierta manera, intentaba construir un más visible “Pueblo de Dios” en Europa con Ginebra como punto de partida, en sus últimos años, la autoridad de Calvino en Ginebra sería menos disputada.

Templo Neuf, Estrasburgo, Francia

Fundó la Academia de Ginebra, a la cual acudían estudiantes de teología de todas partes de Europa central y occidental, especialmente de Francia. Calvino fue un gran sistematizador, tomó y reaplicó las ideas de la primera generación de reformadores. Su trabajo se caracterizó por la disciplina intelectual y la aplicación práctica. Sus Instituciones fueron una declaración clásica de la Teología de la Reforma durante siglos, y él fue también un cuidadoso interprete de la Biblia.

El luteranismo influenció fuertemente la doctrina de Calvino, para él, todo el conocimiento de Dios se encontraba en la Palabra de Dios. Solo podemos conocer a Dios, si Él elige ser conocido. Perdón y salvación son posibles solamente a través del libre obrar de la gracia de Dios; Calvino afirmó que, incluso antes de la creación, Dios escogió algunas de sus criaturas para salvación y otras para perdición.

Para Juan Calvino, la Iglesia era suprema y no debía estar, de ninguna manera, restringida por el Estado, dio mayor importancia que Lutero a la organización externa de la misma, consideró el Bautismo y la Cena del Señor como sacramentos, y el Bautismo, como una iniciación individual dentro de la nueva comunidad de Jesucristo. También rechazó la idea de Zuinglio que la Cena del Señor fuera solamente un símbolo, aunque advirtió contra una mágica creencia en la “real presencia de Cristo” en el sacramento.

“Declaramos que, por la Providencia de Dios, no solamente los cielos, la tierra, y las criaturas inanimadas, sino también los consejos y voluntades de los hombres, se rigen para moverse con precisión a ese fin destinado por Él.”

Juan Calvino

En Francia, el patrón de la Reforma fue muy diferente. Mientras en Alemania y Suiza había un sólido apoyo popular a la Reforma, en Francia el pueblo, la Corte y la Iglesia daban menos apoyo, como resultado los protestantes sufrieron la muerte o el exilio, aunque una vez que la fe reformada fue establecida en la Suiza de habla francesa, los calvinistas formaron una congregación en Paris en el año 1555; unas setenta iglesias fueron representadas en el Sínodo Nacional de Paris en 1599.

La reforma adoptó la naturaleza de un movimiento político en medio de un ambiente hostil, seguido de una serie de guerras civiles. Los protestantes fueron vergonzosamente masacrados a sangre fría en el “Día de San Bartolomé” también conocido como “La matanza de San Bartolomé”, y aunque esto destrozó al protestantismo en Francia, no lo destruyó.

Cuando el protestante Enrique IV accedió al trono en 1589, las esperanzas de los protestantes crecieron, pero los católicos franceses se aliaron con el rey de España y amenazaron con hundir al país en un auténtico baño de sangre si Enrique se mantenía su fe protestante. Enrique cedió por el bien de la paz y mantenerse en el trono, renunciando al protestantismo.

En 1598, Enrique IV dio reconocimiento legal y garantías de libertad de conciencia, así como de practicar libremente el cristianismo reformado, bajo los términos del Edicto de Nantes.

El Cardenal Richelieu, estadista francés, causó estragos al protestantismo en el siglo XVII, finalmente el rey Luis XIV revocó el Edicto de Nantes en 1685, después de lo cual los protestantes franceses sufrieron una amarga persecución.

Fuente: A. Lindt

Introduction to History of Christianity/ Pág. 380-381. Fortress paperback edition 2002. © 1990 Lion Publishing.

Iustraciones: Dominio publico

Fotos: Ana Calvo / Consejería de ERE de la FEREDE.

Traducción: Fernando Ogando / Consejería de ERE de la FEREDE.

Madrid, 21 de febrero de 2017